Mucofagia

Al parecer aquello de no comerse los mocos se acabó. ¿Y por qué? Aqui lo tienes:

“…Un neumólogo austriaco aseguró que los niños que se meten el dedo en la nariz y además se comen los mocos, tendrán una vida más sana y saludable”.

“… El hecho de escarbar con el dedo en las fosas nasales es un acto muy sano y, por supuesto, si además se ingiere el moco obtenido, es muy saludable”.

Una noticia como ésta tan sólo puede llenarnos de alegría y regocijo al pensar en cuántos de nuestros compañeros de asfalto se van a ver beneficiados con una extraordinaria longevidad.

Los vemos todos los días, en los semáforos, hurgando incansablemente hasta (suponemos) lograr hallar el tesoro de las Indias, alojado en lo más profundo de su cerebro, haciendo muecas como diciendo “ya casi te tengo, ya casi…”, y luego sonreír con satisfacción mientras observan el feliz resultado de sus prospecciones. ¡Como si fuera un recién nacido, lo miran! Y luego no se sabe muy bien qué hacen con el neonato, algunos lo llevan bailando de dedo en dedo hasta Burgos, otros lo pegan junto con sus compañeros debajo del salpicadero… quién sabe. Sin embargo, reconozco haber pillado a muy pocos en el acto de ingerirlo.

Así que ya vale de llamar guarros a los mucófagos . A partir de ahora, cuando nos toque uno de ellos en el siguiente cruce, le diremos “bon apetit!”. Y nos pondremos a buscar el nuestro, que a todos nos gusta llegar a viejos.

PD: Gracias Elena!